Conmigo no tienes que fingir. No tienes que decir nada. Si me necesitas, silba. Sabes silbar, ¿no? Sólo tienes que juntar los labios y soplar. Y yo acudiré a tu llamada.




dimanche 24 janvier 2010

Ojalá nunca cambie esa forma que tienes de estar en el mundo

Un continuo sube y baja,
ilógico,
corre y vuela salta y para,
cabezazo contra la pared,
estalla el dolor,
lo que es bueno luego es malo,
dulce,
amargo,
sin sentido...




sin final.

samedi 9 janvier 2010

Despeinaté

El mundo está loco. Definitivamente loco… lo rico, engorda. Lo lindo sale caro. El sol que ilumina tu rostro arruga.


Y lo realmente bueno de esta vida, despeina…
- Hacer el amor, despeina.
- Reírte a carcajadas, despeina.
- Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina.

- Quitarte la ropa, despeina.
- Besar a la persona que amas, despeina.
- Jugar, despeina.
- Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.
- Bailar hasta que dudes si fue buena idea ponerte tacones altos esa noche, te deja el pelo irreconocible…

Así que como siempre cada vez que nos veamos yo voy a estar con el cabello despeinado…

Sin embargo, no tengas duda de que estaré pasando por el momento más feliz de mi vida.

Es ley de vida: siempre va a estar más despeinada la mujer que elija ir en el primer carrito de la montaña rusa, que la que elija no subirse.

Haz el amor, UNA Y MIL veces haz el amor, entrégate, come rico, besa, abraza, baila, enamórate, relájate, viaja, salta, acuéstate tarde, levántate temprano, corre, vuela, canta, ponte linda, ponte cómoda, admira el paisaje, disfruta, y sobre todo, deja que la vida te despeine.

Lo peor que puede pasarte es que, sonriendo frente al espejo, te tengas que volver a peinar.

vendredi 8 janvier 2010

H

Lo que intento decirte es que entiendo lo que es sentirse el ser más pequeño, insignificante y patético de la humanidad y lo que es sentir dolor en partes del cuerpo que ni siquiera sabías que tenías.
Y da igual cuantas veces te cambies de peinado, o a cuantos gimnasios te apuntes, o cuantos vasos de Chardonnay te tomes con las amigas, porque sigues acostandote todas las noches repasando todos los detalles y preguntándote qué hiciste mal o qué pudiste mal interpretar.
Y como puñetas en ese breve instante pudiste pensar que eras tan feliz. A veces, incluso, lográs convencerte de que él verá la luz y se presentará en tu puerta.