

No sabes lo que te voy a echar de menos majita, no te pongas muy morena que luego me costará pillarte y me daras mucha envidia asquerosa
te quiero, y da recuerdos a la playita de mi parte
Conmigo no tienes que fingir. No tienes que decir nada. Si me necesitas, silba. Sabes silbar, ¿no? Sólo tienes que juntar los labios y soplar. Y yo acudiré a tu llamada.
Imagínate un pedazo de queso suizo, de aquellos bien llenos de agujeros. Cuanto más queso, más agujeros. Cada agujero ocupa el lugar que en el que habría queso.
Así, cuanto más agujeros, menos queso. Cuanto más queso, más agujeros y cuantos más agujeros menos queso.
CONCLUSIÓN: Cuanto más queso menos queso.