Conmigo no tienes que fingir. No tienes que decir nada. Si me necesitas, silba. Sabes silbar, ¿no? Sólo tienes que juntar los labios y soplar. Y yo acudiré a tu llamada.




samedi 29 mai 2010





Buscar razones para vivir es una buena razón para seguir viviendo, y si no las hay,

hay que inventárselas.



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