Conmigo no tienes que fingir. No tienes que decir nada. Si me necesitas, silba. Sabes silbar, ¿no? Sólo tienes que juntar los labios y soplar. Y yo acudiré a tu llamada.




samedi 5 décembre 2009

Olsen


Cuando la tengo a ella ami lado lo malo no es tan malo, incluso muchas veces se convierte en bueno.



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