Cuando la tengo a ella ami lado lo malo no es tan malo, incluso muchas veces se convierte en bueno.
Conmigo no tienes que fingir. No tienes que decir nada. Si me necesitas, silba. Sabes silbar, ¿no? Sólo tienes que juntar los labios y soplar. Y yo acudiré a tu llamada.
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire